Es un sistema típico de Burdeos, también llamado venta de vino en primicia o a la avanzada, que consiste en vender vinos a mayoristas en la primavera siguiente a la última vendimia, cuando los caldos aún no han terminado su crianza en bodega. La maduración y el afinamiento en barricas lleva meses o años, por lo que la venta de vinos en primicia permite financiar la inmovilización del vino sin que las fincas asuman todos los riesgos. En cierto modo, se trata de hacer una reserva, ya que el vino no estará disponible para su entrega hasta unos dos años después de su compra, tras su envejecimiento y embotellado. Así, Vinoteca Mendibil recibe los vinos ‘en primeur’ entre 18 y 24 meses después de su adquisición por el cliente, quien deberá esperar ese periodo para recibir en su casa el vino abonado previamente.
¿Cuándo comenzó la venta de vinos ‘en primeur’?
Se remonta al siglo XVIII, cuando los comerciantes de vinos bordeleses visitaban los ‘châteaux’ unos meses antes de la vendimia para evaluar la cosecha y comprar los vinos a la avanzada, envejecidos por ellos mismos. Pero la venta de vinos en ‘primeur’ como hoy la conocemos comenzó en los años 70, cuando las bodegas bordelesas decidieron hacer una presentación y venta conjunta a finales de abril, a fin de obtener liquidez de forma rápida.
¿Cómo es la venta de Burdeos ‘en primeur’?
La Union des Grands Crus de Bordeaux y diversos productores organizan la venta de vinos ‘en primeur’ en la región de Burdeos, donde se reúnen profesionales vinícolas de todo el mundo, quienes catan la última añada de más de un centenar de bodegas. Compradores, comerciantes, sumilleres, intermediarios y periodistas participan en degustaciones organizadas por las denominaciones o directamente por los châteaux. Evalúan la calidad de la añada para planificar las compras, proceso en el que la opinión de medios de comunicación y reputados catadores es fundamental. Sus puntuaciones son muy esperadas (y decisivas) para el futuro precio y su posterior demanda en la compra de vinos en primicia.
¿Cómo saben los expertos si un vino ‘en primeur’ envejecerá bien?
En los tintos, la presencia de una alta acidez y taninos potentes, que se suavizarán en ambos casos, junto a aromas complejos son indicadores de un potencial de envejecimiento significativo. En los blancos, la acidez y la complejidad aromática definirán su capacidad de mejora.
¿Cómo se fijan los precios de los vinos en primicia?
La figura del ‘courtier’ (intermediario entre bodega y compradores) es crucial a la hora de fijar el precio de venta de vinos ‘en primeur’. Se trata de una tradición histórica de Burdeos, si bien no existe una ley que obligue a recurrir a esta figura. El ‘courtier’ asesora a las bodegas sobre los precios adecuados, acordando la transacción con cerca de 400 distribuidores, llamados ‘négociants’, a quienes los propietarios han concedido cupos de venta. Después, los ‘negociants’ venden los vinos en primicia a los distribuidores: vinotecas, restaurantes y e-commerce.
¿Qué beneficios obtiene el consumidor al comprar vino ‘en primeur’?
Al comprar vino a la avanzada, accede a un precio inferior (entre un 10 y un 30% menos) al que tendrán esas botellas cuando salgan a la venta en tiendas y restaurantes. Esta diferencia se explica por el menor margen económico de los comerciantes, que no tienen que promocionar ni almacenar los vinos en primicia, ya que reposan en las propias bodegas. Además, el consumidor se asegura esa añada, teniendo en cuenta que, en el caso de los châteaux más renombrados, la demanda supera la oferta y esas codiciadas botellas se agotan en pocas horas. Asimismo, la venta de vino ‘en primeur’ es también garantía de su origen y buena conservación, ya que procede del château y no ha estado almacenado en condiciones indebidas.
¿Cuándo se pueden consumir los vinos ‘en primeur’ y cuál es el precio que pueden alcanzar 10 años después?
En el caso de las botellas estelares, lo ideal es dejar pasar un mínimo de diez años y, en el caso de los segundos vinos, es conveniente esperar unos cinco. En todos los casos, la paciencia será una indispensable virtud hasta que los vinos de compra “en primicia” alcancen su punto óptimo. En paralelo, los compradores se podrían beneficiar de un aumento de su precio en la reventa años más tarde, aunque el hecho de que sean vinos ‘en primeur’ no garantiza futuras plusvalías, salvo las provenientes de los más prestigiosos châteaux.